lunes, 25 de noviembre de 2013

Huella

Los días oscuros no son más que la prolongación de tu sombra en el tiempo.
Me he quedado sin piernas corriendo a través del barro para poder encontrar la unión de tu límite con el Sol.
Cada vez que lo siento cerca, se aleja tanto como un sueño en la vigilia.
Me siento, agotada, sobre la sucia humedad calándome hasta el alma con tu recuerdo y me descompongo en tormenta. Se rompe el universo conmigo, pues nos unimos en ese extraño dolor… en esa extraña amargura que sale de mi corazón para fundirse con las estrellas.
Me has abandonado… Lo sé. Me olvidaste hace ya mucho.
Sin embargo, aquí sigo recorriendo el mismo pedazo de tierra infértil tras tus pasos cuarteados.
Sin asimilar que el aire de mis pulmones está repleto de ceniza.



martes, 19 de noviembre de 2013

Éxodo

Qué real  tu imagen tras el cristal...
Parecía que me mirases a través del tiempo.
Aquellos recuerdos dormidos encontraron mis mortales pies de carne 
deshaciéndose sobre tu olor a roja tierra.
Intenté capturarte con mi luz.
¿Dónde está tu reflejo ahora?
¿Dónde estás, verde bálsamo?
No te alcancé en nuestra estrepitosa huida...
Solo sé que no has muerto porque te siento latir en mi sangre.


lunes, 18 de noviembre de 2013

La llegada

Hoy, un día cualquiera de finales de otoño en el que la transformación va desenrollando su autoestima con pequeños matices grises, absolutamente todo se vuelve más intimista e incluso la dulce caricia de un nuevo  olor se posa sobre mi nuca.
Conseguir con pequeños pasitos que todo tenga más luz, claridad y sentido se vuelve más sencillo con la llegada de la oscuridad.
 Y voy desenvolviendo mi ser  intentando evitar que el residuo de un verano desértico termine por quebrar                      mis raíces…  deseando, que no quiebre las tuyas… que la humedad alimente tu alma dormida y  esa lucecita tenue vuelva a iluminar tu interior.
Dime, mi creador de belleza, si sabes tú esculpir el tiempo.

Si tu música guiará nuestros pasos hacia la paz infinita que tanto deseamos.