viernes, 29 de agosto de 2014
jueves, 13 de marzo de 2014
Despertar
Hubo un tiempo en que la lluvia arrastraba consigo partículas de otro mundo, fundiéndolas en un estrepitoso abrazo con la Tierra.
Hubo un tiempo que nos quemaba el corazón por vivir un latido más.
Imagino que la distancia que nos separa de ese momento es igual a la que separa nuestros cuerpos cuando se fingen inertes.
Cada mañana abrazo la frialdad del metal que me trae de vuelta al mundo...
Mi rostro en el espejo tiene poco que contarme. Es como asomarse, cada día, al mismo abismo vacío de palabras.
miércoles, 26 de febrero de 2014
Nuestra guerra
Las palabras son el arma que tengo
para no morir en las barricadas junto a ti.
Si cada día me arrastro más
bajo tu lodo...
¿Cómo podría seguir viva sin ellas?
Estoy cubierta por la suciedad y
por todas esas miradas,
mientras estiro el brazo infinitamente
para conseguir alcanzar el papel
que me permite respirar.
para no morir en las barricadas junto a ti.
Si cada día me arrastro más
bajo tu lodo...
¿Cómo podría seguir viva sin ellas?
Estoy cubierta por la suciedad y
por todas esas miradas,
mientras estiro el brazo infinitamente
para conseguir alcanzar el papel
que me permite respirar.
martes, 11 de febrero de 2014
Hacia ningún lugar
La carretera está cada vez más desgastada de historias abandonadas en arcenes
junto a esos seres que murieron arrollados sin llegar al otro lado.
Recorremos las esquinas del asfalto
volviendo a pisar las grietas que nosotros mismos provocamos en otro tiempo
y rompiendo la línea de su desdibujado contorno…
Muere el camino para dejar paso a ese final infinito
donde todo termina deshaciéndose agotado.
junto a esos seres que murieron arrollados sin llegar al otro lado.
Recorremos las esquinas del asfalto
volviendo a pisar las grietas que nosotros mismos provocamos en otro tiempo
y rompiendo la línea de su desdibujado contorno…
Muere el camino para dejar paso a ese final infinito
donde todo termina deshaciéndose agotado.
miércoles, 8 de enero de 2014
Tundra
Aquella tarde de Diciembre
caminamos sobre la hierba creyéndonos irrompibles.
Hoy es demasiado tarde para juzgar, abatidos, muestra candidez,
ese halo brillante tras los ojos con los que veíamos una tripulación invencible a la espalda.
Cuando quisiste volver a la orilla que mojaba tus tobillos descarnados de ganas de vivir,
me enseñaste que el mar se había evaporado en el despegue.
Casi pudiste tocar aquella arena tibia que ahondaba bajo tus uñas
cuando aún tenías vida en el corazón.
Y de pie
en el vértice de este arrecife,
mientras oigo como las notas cambian exhumando tu sonrisa,
siento como caminan hacia ti,
como se rozan con tu piel de memoria...
Que el olvido perdone aquellos besos que los años asesinaron.
caminamos sobre la hierba creyéndonos irrompibles.
Hoy es demasiado tarde para juzgar, abatidos, muestra candidez,
ese halo brillante tras los ojos con los que veíamos una tripulación invencible a la espalda.
Cuando quisiste volver a la orilla que mojaba tus tobillos descarnados de ganas de vivir,
me enseñaste que el mar se había evaporado en el despegue.
Casi pudiste tocar aquella arena tibia que ahondaba bajo tus uñas
cuando aún tenías vida en el corazón.
Y de pie
en el vértice de este arrecife,
mientras oigo como las notas cambian exhumando tu sonrisa,
siento como caminan hacia ti,
como se rozan con tu piel de memoria...
Que el olvido perdone aquellos besos que los años asesinaron.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)