viernes, 13 de diciembre de 2013

La espera

Esta estación que arde en un bucle de recuerdos y despedidas
jamás borrará las horas que gasté
buscando tu huella en el andén.
Los segundos eran rostros desfigurados
de aquella imagen que no era tuya.
Alcé una pierna tras otra para superar los peldaños que llevaban a tu puerta
y nacieron mil piernas,
una por cada baldosa masacrada.
No existe umbral
donde dejar de llorar tu muerte.
Los trenes no llegan a este punto del mundo…
Se inmolaron para evitar una lágrima más.

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